NUESTRA
REALIDAD COLOMBIANA
No es un secreto para ningún habitante de nuestro hermoso
país Colombia la crisis social que se vive a diario y mucho menos para el resto
del mundo, pues en muchas ocasiones somos titulares en los principales
periódicos con respecto a temas de
violencia, de violación de los derechos, impunidad, inseguridad, corrupción,
narcotráfico, guerrilla, paramilitarismo, pobreza y otros.
De ahí que Colombia es uno de los países con mayor índice
de criminalidad en el planeta, lo que la ha convertido en un poco de maldad
desmesurada. Es triste que como colombianos que somos, el tener que aceptar
esta realidad tan abrumadora y sin el animo de ser fatalista, ni incrédula,
pero es que estoy inmersa en esta problemática y por ende me afecta
directamente porque al igual que a mi hay temor de salir a pasear por los
hermosos paisajes de Colombia, ricos en biodiversidad , con las riquezas mas
abundantes y envidiables de otros países que carecen de lo que nosotros
poseemos; costas en los principales océanos pacifico y atlántico, fuentes
hidrográficas por todo el territorio, todos los climas, cadenas montañas ricas
en flora y fauna, como sus selvas y bosques.
Al igual, que
tenemos el pulmón del mundo “La selva Amazónica” con especies únicas, la mayor
variedad de aves y orquídeas. A todo lo anterior le agregamos las raíces
étnicas, culturales de nuestros antepasados indígenas y afro descendientes los
cuales complementan nuestro país con costumbres, ritmos, bailes tradicionales,
etc. y ante todo con gente cordial, amable, alegre y emprendedora.
El temor a ser victima de robos, violencia, venganzas, se
suma el desempleo, la pocas oportunidades de crecer financieramente para
subsistir y apoyar a otros mas necesitados.
Todo lo anterior a llevado a nuestro país a un caos de
principios morales, donde priman el soborno, el fraude, la corrupción, el
querer obtener el dinero fácil con narcotráfico, secuestros, prostitución
infantil y demás aspectos que afectan a los mas vulnerables de la población…
Pero, que con todo lo anterior hemos cargado con un
pasado trágico de violencia y opresión,
lo cual nos convirtió en generaciones pasivas, temerosas y evasivas de la realidad,
y como dice la canción: “ciegas, sordas y mudas”. Sencillamente no asumimos con
valentía el acontecer diario y lo evadimos con entretenciones efímeras como
fiestas populares, reinados, realitys, campañas de mentiras, además no nos
unimos para luchar pacíficamente ni sabiamente por nuestros derechos.
Eso ha permitido la desigualdad social y que unos pocos
sean los dueños de nuestras riquezas, que seamos un país explotado siempre por
los extranjeros, como ocurrió en el pasado por los españoles, luego Norteamérica
y demás.
Siempre hemos sido un país desangrado, explotado y
subyugado por unos pocos poderosos, que
han manipulado y patrocinado la violencia, y como siempre los más afectados en
esta pelea de poderes son los marginados por la sociedad.
Son muchas las causas de este flagelo de violencia,
pobreza y pasividad, pero para mencionar algunas mas relevantes y con base en
el aporte que nos brinda William Ospina, una de ellas fue el frente nacional
donde se vivió un tiempo de lucha de poderes bipartidista, dictaduras y
anteriormente a estas épocas la violencia por los partidos liberales y
conservadores, el asesinato de lideres políticos con visión de un país mas
humanístico y progresista, pero que fueron callados con su muerte al igual que
actualmente a los sindicalistas o lideres comunales que reclaman los derechos
de sus comunidades.
Lamentablemente esta época del Frente Nacional y lo que
la genero trajo como consecuencia el desplazamiento de millones de campesinos a
las ciudades buscando escapar del terror y de la ruina, pero la historia se
repitió nuevamente con la guerrilla, el paramilitarismo y como siempre la
violencia en el campo trae mas violencia, escases de alimentos y cinturones de
miseria en los principales ciudades.
Además, no contamos con un estado que asuma
responsablemente sus obligaciones y que genere estrategias que mitiguen este
desorden social, cuando se podría impedir con un poco de conciencia patriarca,
de generosidad y de previsión.
Donde se le brinden igualdad de derechos, oportunidades
económicas, acompañadas de principios morales, pero ante todo un buen ejemplo del estado, puesto que son el
modelo a seguir y recordando siempre que todo proyecto histórico que pretenda
erradicar los males sin conocer su fuente esta condenado al fracaso, es decir
país que no conoce su historia tiende a repetirla y es lo que hemos vivido por
décadas en Colombia.
Pero, afortunadamente para nuestras futuras generaciones
se vislumbran nuevos horizontes ya que
hay una nueva mentalidad en algunos líderes, jóvenes en el sistema educativo de
generar campañas que fortalecen los principios éticos y morales, que incentivan
la empresa, el emprendimiento, la critica, la libertad de expresión, el respeto
a los derechos y demás aspectos que integralmente benefician a un país tan rico
en riquezas materiales como en su calidad humana.
Compartiendo los argumentos de William Ospina en su texto
¿Donde esta la franja amarilla? Es bueno involucrarnos en esta pregunta y no
callar mas, unirnos a la lucha y no ser
pasivos, velar por nuestras riquezas y derechos y ante todo amar a nuestro país
Colombia con orgullo y dignidad como lo proclama el Segundo himno mas hermoso
del mundo, el nuestro.
este blog, afortunadamente, se logra ver interesante y se ve la importancia de información que contiene según sea el dialecto que se necesite..
ResponderEliminarpedo
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